Desde que arrancó la pandemia, Córdoba perdió casi 2.300 empresas

A pesar del rebote de la actividad económica registrado a finales del año pasado y, de manera discontinua, en la primera mitad del año, tanto Argentina como Córdoba no logran recuperar la cantidad de empresas que perdieron con la pandemia del virus Covid.

Así lo indica el informe “Densidad empresarial en Argentina, entre las menores del mundo y en baja”, elaborado por el Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la Bolsa de Comercio de Córdoba.

Según el estudio, entre febrero de 2020 y mayo de este año se registró en el país una pérdida neta de 19.215 empresas privadas a nivel nacional, de las cuales 2.298 eran de Córdoba.

En la provincia, aclara el informe, sólo nacieron nuevas empresas en rubros tradicionales como la agroindustria y la industria del software: 211 empresas de servicio de cosecha mecánica, 159 de cultivo de soja, 67 de servicios informáticos, 46 de maquinaria agrícola y 37 de venta al por mayor de insumos para el agro y la construcción.

De las que cerraron, 2.251 son pymes, sector donde la pandemia pegó con más fuerza. Entre ellas se encontraron 550 empresas de taxis, remises y alquiler de autos; 457 restaurantes, 362 comercios de venta de ropa, 308 hoteles y hosterías y 152 almacenes.

Pandemia, impuestos y algo más

Como sucede en otros órdenes de la economía, la pandemia profundizó los problemas que previamente arrastraba el país.

En 2018, Argentina ya mostraba niveles de densidad empresarial muy por debajo de los países latinoamericanos.

Hace tres años, por cada mil habitantes de 15 a 64 años, en Argentina aparecían por año 0,2 nuevas empresas, cuando en Uruguay y Brasil nacían 1,3 y en Chile 10,3.

Según el IIE, esto se debe “a factores estructurales como la elevada presión impositiva, las excesivas regulaciones laborales, el bajo acceso al financiamiento y la inestabilidad macroeconómica”.

Para la entidad, el problema más importante es la presión impositiva, ya que por cada punto porcentual de incremento en la tasa tributaria, la densidad de nuevas empresas se reduce en 1,82 por ciento.

“Con una carga tributaria superior al 100 por ciento de las utilidades comerciales, Argentina tiene la mayor tasa impositiva de la región y la segunda más alta del mundo”, resalta.

A esto se suman otros factores ligados a la pandemia, como la extensa cuarentena durante el año pasado, regulaciones laborales que dificultan la contratación (por ejemplo la doble indemnización y la prohibición de despidos) y la baja oferta de fondos prestables de los bancos.

“En medio de la campaña electoral, se insiste en la necesidad de crear empleos productivos para reducir la pobreza. Pero siendo que son las empresas las que generan nuevos empleos, en la medida que se siga persiguiendo al sector privado desde el Estado será muy difícil lograr ese objetivo”, aclara el IIE.