Inversiones “sustentables”: de qué se trata esta nueva opción del mercado de capitales

El creciente interés del público por todas las actividades que tengan un impacto positivo en el medio ambiente y en la sociedad está llegando al sector financiero. Desde hace años, hay bancos que están motorizando las finanzas sustentables, y ahora hay un impulso más fuerte desde las instituciones de inversión.

La Comisión Nacional de Valores (CNV) ya viene publicando guías y reglamentos, y acaba de aprobar los tres primeros fondos comunes de inversión abiertos con impacto Ambiental, Social y de Gobernanza (FCI ASG).

En los mercados también se da impulso a este segmento. Bolsas y Mercados Argentinos (Byma) lanzó su panel de Bonos Sociales, Verdes y Sustentables (SVS) a fines de 2019 y ya tuvo ocho emisiones, una de ellas amortizada en su totalidad.

En total, se emitieron 150 millones de dólares, 7.143 millones de pesos y 2.253 millones de UVA (Unidad de Valor Adquisitivo), un monto superior a los 24 mil millones de pesos al tipo de cambio oficial.

De qué se trata

El segmento de cotización de bonos SVS está formado por valores negociables que tienen como requisito que los fondos obtenidos por las emisiones se destinan a financiar o a refinanciar proyectos verdes, sociales o sustentables. Por ejemplo: eficiencia energética, energías renovables, construcciones económicas, infraestructura básica, acceso a servicios esenciales, entre otros.

“La iniciativa busca dar a emisores, inversores y stakeholders (público de interés) la posibilidad de formar parte del objetivo planteado por el Protocolo de Kioto y el Acuerdo de París de mitigar los efectos del calentamiento global; y de promover una mayor responsabilidad ambiental y social”, remarca Julieta Artal Conte, responsable de Gobierno Corporativo y Sustentabilidad de Byma.

Los denominados “verdes” son aquellos que buscan un impacto positivo en el ambiente, los sociales apuntan a objetivos socioeconómicos para un determinado segmento de la población y los sustentables son una combinación de ambos.

Las emisiones pueden ser obligaciones negociables, fideicomisos financieros, fondos comunes cerrados de inversión (FCI) o títulos públicos. Para formar parte del panel, tienen que cumplir algunas características que son estándares internacionales.

Para esto, se requiere una revisión externa de un tercero independiente (una consultora) con experiencia en temas ambientales sociales y que certifique cuatro puntos: el uso de los fondos en los proyectos sociales o verdes; cuál es el proceso de evaluación y de selección de estas iniciativas en las cuales se invierte; la gestión del dinero para que sea trazable y evitar el greenwashing (uso en otros fines), y por último, el reporte al público y los inversores de la utilización de los fondos y el impacto generado.

“Hoy están siendo buscados por muchos interesados en invertir en estos instrumentos. Desde su lanzamiento, el panel viene creciendo año a año y hay un interés creciente en emisoras en emitir y etiquetar sus instrumentos. Son cada vez más las empresas y los emisores comprometidos”, asegura.

Opciones disponibles

Hasta el momento, en Byma se emitieron títulos de Plaza Logística SRL (amortizó una emisión en dólares y lanzó otra en UVA), de Banco Ciudad de Buenos Aires, dos bonos de Manque y de Los Olivos (dos subsidiarias de Central Puerto que se dedican a la generación de energía eólica), uno en pesos y otro en dólares.

Además de dos fideicomisos financieros de Fecovita (Federación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas) y de Proyecto Vida-Laboratorios Richmond (a 20 años, por 85 millones de dólares). También se emitió un FCI cerrado de Pellegrini a 10 años de plazo.

Como incentivo, además de la visibilidad, Byma bonifica el total de los derechos de listado y publicación. Además del panel SVS, la entidad tiene otro de Gobernanza corporativa y un índice de sustentabilidad para educar y orientar a los inversores; y a su vez, genera visibilidad a las empresas emisoras de estos segmentos.

De hecho, estos títulos van a ser más demandados cuando empiecen a surgir más FCI específicos, que tienen un requerimiento mínimo de inversión en activos de este tipo.

En concreto, los flamantes FCI ASG deben colocar, al menos, el 45 por ciento del monto del fondo en valores listados en paneles específicos que atiendan la cuestión social, ambiental, sustentable o de gobernanza, que tengan revisión externa con estos lineamientos o pertenezcan a fideicomisos financieros solidarios.