El precio de la hacienda comienza a perder contra los insumos

Durante siete meses consecutivos, de noviembre a mayo último, la suba del precio del novillito en Liniers superó a la inflación.

Sin embargo, esa tendencia se quebró en junio, continuando la baja durante julio, donde el novillito bajó un 4,3% en términos corrientes y un 7% en términos reales.

Pese a este retroceso, el precio actual del novillito resulta -a moneda constante- un 33% más alto que el de julio del año pasado, al subir un 83% y resultar la inflación del 52% desde entonces.

Pero en los últimos 12 meses, los costos ganaderos crecieron más que la inflación, que fue de 52%. Sólo los salarios rurales (+38%) y la confección de rollos (+29%) crecieron menos que el índice de precios al consumidor (IPC) oficial.

Mientras que un grupo de productos veterinarios (Ivermectina, Doramectina, vacuna contra la aftosa, vacuna triple, cobre, entre otros) subió entre un 58% y un 70%, el gasoil subió 64%, una hectárea de silo de maíz (implantación y confección) subió un 63%; una hectárea de pastura, 69% y una de verdeo de invierno 63%.

También por encima de la inflación subió el valor de una torre de molino (80%), de un bebedero de chapa (86%), de un poste de quebracho de 2,20 metros (131%), o de una varilla de Curupay (106%).

Por último, bien por arriba de la inflación de julio de 2020 a julio de 2021, ha subido el precio del alambre de alta resistencia, 161%; del maíz, 119%; de la urea granulada, 133%; del superfosfato triple, 162%; o del glifosato, 188%.

Parte de los aumentos más significativos obedecen a la creciente suba del precio internacional del petróleo (incide en los fertilizantes y en el combustibles, o a la suba de los productos siderúrgicos a nivel mundial (alambres, bebederos, molinos).

Pero otros bienes y servicios simplemente han aumentado de modo “oportunista”, aprovechando la suba del novillo o del ternero de invernada.

Competidores

¿Cómo ha beneficiado la limitación de las exportaciones argentinas de carne vacuna a los embarques de Brasil y Uruguay? El efecto “Argentina” es difícil de medir, porque hace sólo 75 días que nuestro país ha limitado sus ventas al exterior y porque el mercado internacional viene desde hace meses con una tónica muy firme, claramente compradora.

En el caso de Brasil, en julio estaría embarcado unas 168 mil toneladas, volumen similar al de igual mes del año pasado, y que fue el más alto de los últimos12 años.

El precio FOB promedio de julio, unos 5380 dólares por tonelada, es el más alto de la historia, y un 32% más alto que hace un año, cuando se tocó un piso en los valores FOB. El consumo doméstico está muy débil y la mayoría de los operadores piensa que no se exporta más -especialmente a China- por la falta de contenedores y por los problemas de logística que hay en casi todo el mundo.

El precio del novillo ha cedido en la última semana, pero con 3,95 dólares por kilo en gancho se ubica 30 centavos por arriba de la Argentina.

Uruguay, donde el novillo ya llegó a los 4,35 dólares en gancho, sería el competidor que estaría aprovechando mejor el repliegue argentino. Nuestro vecino ya experimentaba, antes de las medidas del gobierno argentino, un fuerte aumento en los embarques.

Entre enero y julio, los envíos resultan 37% más altos que el año pasado. Como reflejo de la demanda china, derivada en buena medida de la menor oferta argentina, el precio en gancho de la vaca conserva y manufactura en los últimos 12 meses ha subido un 10%, ubicándose según el portal Faxcarne, un 28% por encima del que reciben los productores argentinos.

Paraguay, en el primer semestre del año exportó 46,4% más que el año pasado, pese a que nuestros vecinos no acceden al mercado chino. Argentina, en enero-mayo llego a embarcar un 11% más que el año previo.