Para los empresarios, el anuncio de Fernández es más político que efectivo

Con escaso entusiasmo, en función de que no cambia radicalmente la situación actual de los diferentes sectores, el empresariado cordobés recibió el anuncio presidencial de una mayor flexibilidad en las condiciones con las cuales opera la actividad económica en medio de la pandemia por el Covid-19.

En rigor, para los rubros más afectados por las restricciones, como el caso de la hotelería y el turismo, poco o nada se modifica respecto de la situación por la que hoy atraviesan, según dijeron referentes del sector a La Voz. La falta de vuelos y la escasa circulación de personas son ejes de esa queja.

El día en el que la Argentina superó los cinco millones de contagiados por el virus, el presidente Alberto Fernández anuncio la reapertura parcial de actividades que se restringieron o limitaron en su momento para controlar el avance de los contagios.

“Vemos bien todas las flexibilizaciones. La pandemia se puede controlar perfectamente sin las restricciones que tuvimos. Se ha demostrado en las escuelas, el daño que se produjo fue enorme”, dijo José Viale, presidente de la Cámara de Comercio de Córdoba (CCC).

El dirigente planteó, sin embargo, que las precarias condiciones de la economía y los problemas macro, como la inflación, conspiran para que esta morigeración de las restricciones deriven en una recuperación de la actividad.

En cambio, en la actividad hotelera-gastronómica, los anuncios presidenciales dejaron otro sabor amargo.

“Es algún tipo de flexibilización que más que nada genera prensa para el Gobierno, permitirá algo más de movilidad, pero a la industria hotelera turística no le incide porque no es lo que necesitamos”, señaló Erik Debarre, vicepresidente de la entidad que agrupa al sector en Córdoba.

El dirigente admitió que abrir más la circulación de personas puede tener “algún pequeño beneficio” para la gastronomía, pero no cambia en nada el escenario.

“Lo que necesitamos –explicó– es que vuelvan las aerolíneas, el hub Córdoba, los eventos masivos, espectáculos, congresos, convenciones, capacitaciones para las corporaciones y nada de eso va a ocurrir. La realidad es que por un buen tiempo esto no va a cambiar significativamente”, puntualizó Debarre.

Manuel Tagle, presidente de la Bolsa de Comercio de Córdoba, consideró “razonables” las decisiones, pero como Viale le apuntó a la carencia de perspectivas para la economía. “La sociedad las esperaba y no aguantaba más seguir así. Es una decisión tardía con fines electorales sin duda”, alertó. Para el empresario, el Gobierno “nunca creyó en la libertad con responsabilidad”.

Por su parte, para el empresario Marcelo Olmedo, vicepresidente segundo de la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba (Cacec), el escaso flujo de servicios aéreos es un motivo que condiciona “fuertemente cualquier posibilidad de que medidas de esta naturaleza tengan incidencia”.

“No hemos oído nada concreto, por ejemplo, con temas como el aeropuerto, situación que está en niveles insostenibles cuando uno compara ese misma actividad con lo que sucede en otros países. Hay que ver qué dice el Ministerio de Salud para avanzar en este sentido”, resaltó.

Los cuatro dirigentes coincidieron en que los anuncios incluyen un sentido más político que económico en función de la proximidad de las elecciones parlamentarias.

“Hay que flexibilizar todo y controlar mejor. Y vacunar a mansalva porque estamos muy atrasados con eso”, puntualizó Viale, quien expuso en esa línea las notorias divergencias existentes entre distintos rubros del comercio y también según localizaciones geográficas.

Debarre también puso de relieve que estos cambios por sí mismo carecen de efecto cuando la hotelería y el turismo, actividad que representan un cuarto del PBIde Córdoba, están atravesados por un fuerte desfinanciamiento producto del largo parate. “Para nosotros el Estado sigue ausente, necesitamos más apoyo”, recalcó.