Inflación, tasa de interés y devaluación, tres variables por seguir

Los datos de inflación siguen preocupando a los inversores, que sienten una necesidad de colocar sus pesos a los fines de no perder poder adquisitivo. Las tasas de interés parecen estar congeladas y no reflejan cambios significativos, pero, en términos reales, son negativas y eso desincentiva la inversión en pesos.

Por ello, los activos ajustados por el coeficiente de estabilización de referencia (CER) son una alternativa a la tasa fija en pesos para estas disponibilidades de corto plazo.

Por otro lado, en los últimos días, surgió el movimiento del tipo de cambio. Es un activo que inquieta a los inversores de todos los perfiles. Su desenvolvimiento genera una preocupación de la que la sociedad entera habla.

El ritmo de devaluación del dólar oficial, proceso que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) hace a diario con un devengamiento periódico, lo hizo a un ritmo del 37 por ciento anual en los primeros meses y, en junio, lo bajó a un ritmo del 15 por ciento anual.

Según los empresarios, esto genera el atraso cambiario y aumenta la demanda para importaciones y disminuye o les quita incentivo a las exportaciones.

Este desarbitraje parece que no genera preocupación en el Gobierno nacional, que argumenta que las medidas son destinadas a bajar la inflación.

Comportamiento

En realidad, esto no se ve reflejado en los datos y, en virtud de las normativas vigentes, los inversores aumentaron la demanda de dólares por mercado a través de lo que se conoce como dólar MEP.

Esta manera de operar implica comprar títulos públicos (AL30 u otros) con pesos y venderlos contra dólares. La misma operación se hace con dólares cable. Por ello, la Comisión Nacional de Valores (CNV) salió también a regular más la operatoria y el BCRA está interviniendo en el mercado como un actor más en la formación de precios.

La situación de más regulaciones, más intervenciones y más precios relativos, que van cambiando la paridad tipo de cambio y tasa de interés, agrega una incertidumbre que será difícil de calmar en un período electoral, en el que los rumores y la desconfianza son cada vez mayores.

Otra manera de dolarizar es comprando activos. Por ello, la demanda de autos, de terrenos y de departamentos aumenta, haciendo que estos bienes suban de precio. Comprar acciones o volcarse al mercado de renta variable implica asumir riesgo y no todos los inversores están dispuestos a hacerlo, pero hoy el mercado accionario o de certificados de depósito argentino (Cedear) son una alternativa para evaluar.

* Vicepresidenta de Petrini Valores.