Corbatas, pañuelos, historia y memoria

Un frío 24 de enero de 1977, en Madrid, cinco abogados laboralistas fueron asesinados por franquistas en la llamada “Matanza de Atocha”. Un frío 6 y 7 de julio de ese mismo año, en Mar del Plata, cuatro abogados laboralistas fueron asesinados por militares en la “Noche de las Corbatas”. En este episodio fueron secuestradas 11 personas y sobrevivieron sólo cuatro. En homenaje a esas persecuciones, se instituyo, por ley nacional, el 7 de julio de cada año como el “Día del Abogado Laboralista”.

La conmemoración comprende a los siete abogados laboralistas de Córdoba que entre 1974 y 1979 fueron desaparecidos y asesinados y otros 18 detenidos, exiliados y cesanteados, según estableció un informe de investigación de la Asociación Argentina de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social de Córdoba.

La efemérides alude a un atributo masculino distintivo de la abogacía: la corbata. En efecto, consta en los procesos judiciales sustanciados con motivo de aquellos crímenes que varios de los secuestrados marplatenses fueron llevados a la muerte vestidos con trajes y corbatas, literalmente.

Sin embargo, la represión política de quienes asumieron la abogacía en el campo laboral no distinguió géneros. Una altísima proporción de víctimas llevaban pañuelos: eran abogadas. No sólo eso. La represión también se descargó sobre las esposas y familiares de abogados. El abogado laboralista Tomás Fresneda y su esposa embarazada, María de las Mercedes Argañaraz, permanecen desaparecidos.

La dimensión humana de la tragedia es inmensa, y cada una de las historias personales rescatadas en aquel informe merece el homenaje. Pero hay una justificación especial de naturaleza académica y jurídica. Entre los asesinados bonaerenses, estaba Norberto Centeno, quien unió su ejercicio profesional a la militancia política justicialista y la actividad de pensamiento y docencia jurídicos.

Fue funcionario de la administración de trabajo, autor de dos libros y artículos sobre la especialidad y asesor de la Confederación General del Trabajo (CGT). Su obra cumbre fue sin dudas, por encargo de esa central, la redacción del proyecto de Régimen del Contrato de Trabajo convertido en ley en 1974. Es el instrumento legal más importante del Derecho del Trabajo nacional. Es sólo comparable con el desarrollo, a comienzos del siglo 20, del Proyecto de Ley Nacional del Trabajo impulsada por el primer gran jurista laboral, Juan Bialet Massé.

Los dos juristas son la historia y la memoria viva del Derecho del Trabajo Argentino. Por ello se justifica que, en los nuevos Tribunales Laborales del Polo Judicial Córdoba, se proyecte erigir los bustos de Juan Bialet Massé y Norberto Centeno como testimonios de sus obras, ideas, valores y acciones. Son guías e inspiradores del ejercicio del derecho social.

* Doctor en Derecho y Ciencias Sociales y Profesor titular de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social