Paraguay: un mercado de cercanía que seduce a las empresas cordobesas

“Cuando llegué a Paraguay, lo primero que me preguntaron es: ‘¿Qué necesitás para instalarte?’. Te ayudan; no aplican derecho de exportación; pagás dos impuestos, Ganancias e IVA de sólo 10 por ciento, tenés libertad para importar y estabilidad”.

Estas palabras pertenecen a un empresario pyme cordobés que evalúa producir allá materia prima y que reflejan el peregrinaje de cada vez más firmas locales hacia el vecino país.

Las razones son varias. Entre 2013 y 2018, el PIB paraguayo creció en promedio 4,1 por ciento anual, se estancó en 2019 (variación cero), cayó sólo uno por ciento en 2020 y este año, pese a la lenta vacunación, prevé dar un salto de 3,5 por ciento, según el Banco Central de Paraguay (BCP) y la Cepal.

Su nivel de inflación anual desciende: cuatro por ciento en 2018, 2,8 por ciento en 2019 y 2,2 por ciento en 2020.

Según el Banco Mundial, en 2019 el PBI per capita paraguayo era de 5.415 dólares, cuando en Argentina era de 9.912 dólares. Pero, entonces, tenía 6,6 por ciento de desempleo, cuando en nuestro país llegaba a 9,8 por ciento.

Además, el déficit fiscal paraguayo, que en 2018 era de 1,3 por ciento del PIB, creció hasta llegar a 6,5 por ciento en 2020; pero en los próximos cuatro años, el país pretende bajarlo a 1,5 por ciento.

Desde que se inició este siglo hasta 2019, el saldo de la Inversión Extranjera Directa (IED) en el país vecino saltó de mil millones de dólares a 7.214 millones de dólares.

Estados Unidos, Brasil y España son los principales aportantes de IED en Paraguay. El rubro más importante donde se concentra son las finanzas, pero le siguen aceites, transporte y comercio.

Un solo tipo de dólar

Argentina es el país número 12 en aportar inversiones a Paraguay. Más allá de sus buenos números macroeconómicos, hay un factor que atrae con mucha fuerza a las empresas argentinas, según Gustavo Campos, socio PWC Argentina con base en Córdoba, cuya oficina hizo estudios para varias firmas de la provincia.

“No hay brecha cambiaria. En Argentina, el exportador vende a un dólar de 100 pesos, pero después tiene que comprar a un dólar de 150 o 160 pesos. En Paraguay vende y compra al mismo dólar”, resalta.

El segundo factor, resalta, es que este crecimiento de los últimos años incrementó 45 por ciento la clase media, que ahora demanda mejores viviendas, educación y salud de más calidad. El tercer factor es la simplicidad y la baja presión fiscal, que para un exportador representa un tercio de la carga impositiva que tiene en Argentina.

A esto hay que sumar costos laborales (no salariales) 50 por ciento menores a los de Argentina, libertad de comercio y un muy fluido intercambio con Brasil.

“Todos los países de la región están llevándose negocios que eran de Argentina”, se lamenta Campos.

Algo de esto sucede con la carne. “Cuando nuestro país suspendió la exportación de carne vacuna en 2006, las exportaciones paraguayas no superaban las 200 mil toneladas anuales; hoy vende 500 mil toneladas a destinos como Rusia e Israel, y se ha convertido en un jugador regional importante, aun cuando vende cortes de bajo valor”, advierte Mauricio Groppo, vicepresidente de La Sultana, cabaña cordobesa que exporta genética animal.

La firma exporta el 15 por ciento de su producción, la mitad a Paraguay. También hace asesoramiento y desarrolla negocios, en forma asociada con productores del vecino país, a través de su proyecto Núcleo Genético, modelo que replica en Uruguay y en Colombia.

La ganadería paraguaya, que tenía participación de cebú aunque más mezclado que en Brasil, fue ganando calidad con genética argentina, que le aportó razas como Brangus y Braford. Con 1,5 cabezas de ganado por habitante (Argentina tiene 1,2), Paraguay hizo de la exportación de carne una de sus actividades más importantes.

Empresas y productos

En cinco años, ese país se convirtió en el principal mercado externo de Grido, donde tiene 82 franquicias a través de Helacor Paraguay. Desde Córdoba envía helados, pero en el vecino país produce localmente pizzas y empanadas Frizzio (su marca de congelados), como también la cartelería y el equipamiento de los locales. Todavía no llegó con su segunda marca, Vía Bana, pero lo está evaluando.

“Es un país muy abierto a recibir inversiones extranjeras, te solucionan muchos trámites, y hay mucha afinidad con las marcas argentinas, son aceptadas y valoradas. Su economía es bastante formal, rápida y ágil, y casi no hay empleo en negro. Eso sí, hay negocios precarios y todavía se nota la pobreza y la gran diferencia socioeconómica entre pobres y ricos”, advierte Sebastián Santiago, director comercial de Helacor, compañía que en total tiene 1.700 franquicias Grido en Sudamérica.

PRESENCIA. La cordobesa Grido tiene presencia en Paraguay con su sistema de franquicias. (Gentileza Grido)

Otra firma con presencia en Paraguay es Mosaicos Blangino, que desde hace 10 años exporta productos y desde hace más de seis años tiene una filial comercial.

Por el contacto de Grupo Dinosaurio, la fábrica de Monte Cristo empezó a trabajar para Grupo Vierci, un holding paraguayo para el cual hizo los pisos de 60 supermercados que desarrolló en el Gran Asunción y en Encarnación. Su filial vende, pule y hace mantenimiento de los pisos.

Blangino exporta el 10 por ciento de su producción, el 40 por ciento de ese monto a Paraguay.

“En Paraguay, primero crecieron los hipermercados y ahora los locales de cercanía. El desarrollo inmobiliario es muy activo. Incluso, hay desarrollistas de Córdoba que están haciendo obras en Asunción”, explica su gerente general, Gustavo Gómez.

Según conocedores del desarrollismo, el factor clave es que los inmuebles se venden con crédito y las autorizaciones de obras son más sencillas y rápidas que en Córdoba.

También hay empresas que sólo exportan, entre ellas Laboratorio Cabuchi, ubicado en Jesús María, que vendió hasta 2017 y que retomará los envíos de sus productos Reumol, Callicida Cabuchi y Muelitas en las próximas semanas.

“En el rubro salud, es bastante formal y con niveles de exigencia cada vez más similares a los estándares mundiales. Nos sorprendió la estabilidad económica, ellos se preocuparon mucho cuando llegaron a una inflación de cuatro por ciento anual; no pueden creer que nosotros tengamos eso en un mes”, explica su presidente Sergio Cabuchi.

El laboratorio también exporta a Bolivia y a Paraguay.

Al respecto, los empresarios destacaron la asistencia y el acompañamiento de la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba (Cacec) y de la Agencia ProCórdoba.

Pero no todo es color de rosa. En el consumo masivo, todavía hay mucho contrabando, principalmente en zonas limítrofes con Argentina, que se deriva en el comercio informal, formato todavía muy arraigado en Paraguay.

Esto afecta a empresas como José Guma, que desde hace 15 años exporta a este destino a través de un distribuidor exclusivo. Actualmente, vende suavizantes, detergentes y jabón de glicerina con marca Gigante.

La firma exporta siete por ciento de su producción. En 2008, Paraguay representaba 28 por ciento de sus ventas externas; hoy aporta 11 por ciento.

“El contrabando no nos permite crecer. Hay negocios de Clorinda o de Asunción que venden productos comprados en Argentina; en jabón tocador logran diferencia de precios de 60 por ciento”, explica Sebastián Guma, responsable de Comercio Exterior y Finanzas.

Ventajas de la inversión en Paraguay

Un informe de PWC Paraguay destaca las siguientes ventajas para el inversor:

-Es un país con mano de obra joven y de bajo costo (salario mínimo aproximado de 350 dólares).

-Tiene fundamentos macroeconómicos sólidos.

-Tasas impositivas de 10 por ciento.

-Regímenes que favorecen la inversión, como la Ley de Maquila y la Ley 60/90 (para inversión de capital).

-Parques industriales y zonas francas para la producción de bienes y servicios, con beneficios impositivos, eximición de tasas municipales e infraestructura inmobiliaria.