Acuerdo mundial para la recuperación del trabajo pospandemia

Los delegados de 181 países que representan a los gobiernos, trabajadores y empleadores en la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) respaldaron por unanimidad una apelación global a actuar de manera conjunta con el propósito de lograr la recuperación post-Covid-19 centrada en las personas, que dé prioridad a la creación de empleos decentes para todos y aborde las desigualdades causadas por la crisis.

El denominado Llamamiento Mundial a la Acción para una Recuperación Centrada en las Personas esboza un programa exhaustivo. Compromete a los países a garantizar que su recuperación económica y social de la crisis sea “totalmente inclusiva, sostenible y resiliente”.

El acuerdo incluye dos conjuntos de acciones concertadas. El primero abarca las medidas que deben adoptar los gobiernos nacionales y sus “interlocutores sociales”, empresariales y sindicales, para lograr una recuperación rica en empleo que refuerce sustancialmente las protecciones sociales y de los trabajadores y apoye a las empresas sostenibles. Un segundo conjunto de acciones abarca la cooperación internacional y el papel de las instituciones multilaterales, incluida la OIT, con el objetivo de aumentar el nivel y la coherencia de su apoyo a las estrategias nacionales de recuperación de la pandemia “centradas en las personas”.

La propuesta de los conferencistas hace un llamamiento a la OIT para que desempeñe un papel de liderazgo y utilice todos los medios para respaldar el diseño y la aplicación de estrategias de recuperación que no dejen a nadie atrás, incluso reforzando la cooperación con otras instituciones del sistema multilateral.

Acceso a las vacunas

El Llamamiento a la Acción se basa en la Declaración del Centenario del organismo especializado de las Naciones Unidas que se ocupa de los asuntos relativos al trabajo y las relaciones laborales, adoptada en la CIT de 2019.

El documento ofrece una vía para acelerar la aplicación práctica de la Declaración mediante la mejora de las políticas y las inversiones que apoyan una recuperación de base amplia y plenamente inclusiva. También hace un llamamiento a la acción urgente y coordinada en áreas relacionadas, incluyendo la cooperación y la solidaridad internacionales para garantizar un acceso global e igualitario a las vacunas, los tratamientos y las medidas preventivas.

Ryder celebró el acuerdo: “La creación de una recuperación que sea inclusiva, sostenible y resiliente debe convertirse en una de las principales prioridades de las políticas públicas. Esta resolución ofrece un camino claro y completo que permitirá a los países convertir en acciones concretas la aspiración moral y política de no dejar a nadie atrás”.

El exsecretario de Comercio e Industria de la Federación Internacional de Empleados Comerciales, Administrativos, Profesionales y Técnicos (Fiet) consideró, además, que “la eficacia y la resiliencia de la recuperación del Covid-19 dependerán en gran medida de su amplitud y de su carácter socialmente inclusivo”.

“A menos que abordemos específicamente las desigualdades que se agudizaron durante esta crisis, existe un riesgo muy real de que las consecuencias económicas y sociales causen cicatrices a largo plazo, en particular para los grupos desproporcionadamente afectados, como los jóvenes y las mujeres, y las pequeñas empresas y microempresas que proporcionan la mayor parte del empleo mundial”, destacó el titular de la OIT.

En la cumbre –que concluye hoy– también se escucharon mensajes en video del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden; del papa Francisco, del titular del Gobierno de Corea del Sur, Moon Jae-in; y del primer ministro de Portugal, António Costa.