Máxima tensión política en Israel

Israel sigue en plena tensión política, mientras los partidos del bloque opositor instan a votar cuanto antes la ratificación del nuevo Ejecutivo y el aún primer ministro, Benjamin Netanyahu, se resiste a perder el poder. Al mismo tiempo, opositores lo critican por incitar los ánimos entre sus simpatizantes derechistas.

En un contexto de polarización que se volvió a hacer patente en los últimos días, el Parlamento israelí (Kneset) se reunió en una sesión plenaria donde su presidente, Yariv Levín -miembro del partido Likud y estrecho confidente de Netanyahu-, anunció de manera formal que el denominado “bloque del cambio” acordó formar gobierno, pero no marcó aún fecha concreta para el acto de toma de posesión.

Esta ceremonia clave donde debe votarse la investidura definitiva del nuevo gobierno tiene que celebrarse por ley en un plazo máximo de siete días, así que si Levín no la convoca para el miércoles -último día de la semana en que se reúne la Kneset-, o pide permiso especial para algún otro día de esta semana, el evento quedará fijado de forma automática para el próximo lunes 14 de junio.

Además, el Gobierno suspendió una procesión de ultranacionalistas judíos por la ciudad vieja de Jerusalén tras advertencias de que podría suscitar tensiones como las que provocaron la reciente guerra contra el grupo Hamas en Gaza. El desfile conmemoraría la captura de Jerusalén oriental en la Guerra de los Seis Días en 1967.