Talento femenino al servicio de los “fierros” y de la metalmecánica

Formada en el área de la tecnología, María Rosa Miguel ingresó hace más de 20 años en el sector metalúrgico y hoy es vicepresidenta de dos empresas emblemáticas de la ciudad de Marcos Juárez, y referente institucional de los industriales y los exportadores cordobeses.

–¿Cómo empezó tu experiencia en la industria metalúrgica?

–Comencé en 1997, en una empresa familiar que prestaba servicios de corte a pantógrafo, sobre todo a fábricas de maquinaria agrícola. Era una pequeña firma con tres empleados y yo era medio “mujer orquesta”, hacía lo comercial, lo administrativo y compras. Yo venía del área de sistemas y, cuando empecé, no sabía ni lo que era una pulgada; tuve que aprender de aceros, planos y del pantógrafo.

–Fue una escuela del rubro.

–Me fui formando en la industria metalúrgica desde cero. Me fue atrapando ver el proceso de transformación de materias primas, que a partir del acero uno pueda ir generando un producto. Con el tiempo fui formándome más en cuestiones productivas, y un tema muy importante hoy son la calidad y la mejora continua.

–¿Cómo siguió la carrera?

–Estuve en Corfam hasta 2006, cuando ya tenía unos 25 empleados. Vendí mi parte e ingresé como accionista y directora a Bertotto Boglione, que contaba con más de 100 personas con otro rubro. Se dedica a la fabricación de tanques y de todo tipo de productos para almacenamiento de líquidos y de sólidos a granel. Somos líderes en las estaciones de servicio y también proveemos a la industria petrolera, la minería y el agro.

–Y a eso se sumó Metalfor.

–En 2017, luego de dos años de negociaciones, Bertotto Boglione adquirió Metalfor y ahora soy vicepresidenta de ambas empresas. Es una fábrica de pulverizadoras y fertilizadoras, y este año relanzamos la fabricación de cosechadoras.

–¿Cómo fue esta nueva etapa?

–Cuando compramos Metalfor, lo que hicimos al principio fue consolidar su posición. La empresa tenía muy buenos productos, muy buenos servicios y red de locales, pero teníamos que recuperar el liderazgo y trabajar en la calidad. Fue un proceso de transmitir la cultura que el grupo tenía muy arraigado, su ADN innovador, el tema de la calidad y la mejora continua.

–Este año están relanzando la cosechadora. ¿Cómo fue ese proceso?

–Decidimos desempolvar ese proyecto hace poco más de un año, previo a la pandemia. Realizamos los análisis técnicos y financieros, y vimos que estaban dadas las condiciones económicas para hacerlo e iniciamos la fabricación.

–¿Cuáles son los planes para este producto?

–El lanzamiento lo hicimos en marzo, la primera máquina en serie saldrá de fábrica en julio y tenemos un plan de 18 máquinas para el primer año, y después crecer un 30 por ciento por año. En Argentina se venden unas mil cosechadoras por año, hoy sólo uno por ciento es de fabricación nacional, cuando hace cinco años era 25 por ciento. Queremos llegar al 10 por ciento de ese mercado en los próximos cinco años, lo que representa unas 100 cosechadoras por año.

–Un crecimiento ambicioso.

–Hay oportunidad para crecer, lo único que pedimos los empresarios son reglas claras. Estos proyectos involucran inversiones grandes y necesitamos reglas claras para nosotros y para nuestros clientes. Si hay rumores de más retenciones, por ejemplo, los clientes son conservadores y no se animan. Ni hablar del comercio exterior.

–¿Cómo impacta esa cuestión?

–Si bien la máquina tiene un 70 por ciento de componente nacional, el resto se compra afuera porque son componentes que no tienen fabricación en el país. Si falta ese 30 por ciento, porque se restringen las importaciones, no se puede producir ninguna máquina. Lo mismo sucede con nuestros proveedores si están limitados para importar. Las limitaciones productivas muchas veces están más condicionadas por el aprovisionamiento de materiales que por la propia capacidad de fabricación.

–¿Se están encontrando con estas restricciones?

–Es algo que sucede. A esto se suman factores imponderables, como puede ser el Covid-19, pero hay otros temas que dependen de decisiones políticas, como abrir y cerrar la importación. Siempre digo que si los empresarios argentinos tuviésemos reglas claras y si en vez de dedicarnos a solucionar día a día estos temas ajenos a nuestra gestión, pusiéramos energía en producir y generar empleos de calidad, seríamos potencia.

María Rosa Miguel, vicepresidenta de Bertotto Boglione y de Metalfor. (Gentileza Bertotto Boglione)

–¿La idea es seguir invirtiendo en los próximos años?

–Este plan incremental de producción, para pasar de 18 a 100 máquinas por año, necesita inversiones que vamos a ir realizando progresivamente. El escalar más o menos rápido también depende mucho de la disponibilidad de recursos financieros, del apoyo que tengamos del sistema financiero y del crédito.

–¿Cómo les está yendo en la pandemia?

–Estamos muy satisfechos con Metalfor porque estamos cumpliendo los objetivos. En 2019 volvimos a ser líderes en venta de pulverizadoras, eso lo sostuvimos en 2020 y esperamos seguir manteniéndonos en 2021. En Bertotto Boglione, la diversificación nos mantuvo la actividad.

–¿Cómo fue eso? ¿Qué pasó con los distintos sectores?

–En el sector petrolero, cuando en 2019 se puso el “barril criollo”, hubo una retracción en las inversiones. El año pasado arrancó bien con la actividad, pero la pandemia derrumbó el precio del petróleo y la reducción de circulación por la cuarentena hizo que las estaciones de servicio cayeran a un 30 por ciento de actividad en el segundo trimestre del año pasado. Nosotros no tuvimos tanta caída, porque se dio un fenómeno particular.

–¿Cuál?

–Al haber un tipo de cambio tan inestable y al no poder tener reservas en dólares, muchos de nuestros clientes invirtieron en obras de las estaciones de servicios. En cambio, en las regiones petroleras la actividad es casi nula y la pequeña reactivación de la producción que se está dando es con los equipos que estaban ociosos. Pero como el grupo está diversificado, no tuvimos tanto impacto.

–¿El campo fue uno de los rubros fuertes?

–El año pasado el agro sostuvo la demanda. Es nuestro cliente en las dos empresas. De a poco, está desarrollándose con más fuerza, esperemos que las regulaciones no entorpezcan las inversiones.

–¿Qué mercados tienen las empresas?

–Bertotto Boglione tiene destinos muy diversos. Fundamentalmente, vendemos en países limítrofes, Chile, Uruguay y Paraguay como destinos permanentes, pero hemos exportado a África, a Centroamérica, a Emiratos Árabes. La empresa tiene una impronta de internacionalización desde 2001, cuando abrió su filial en Chile y empezó a mirar el mundo como mercado. Metalfor exporta menos, pero dentro de la visión también está llegar a América latina con toda la gama de productos para todo el proceso productivo: fertilización, pulverización y, ahora, cosecha. Queremos convertirnos en una multilatina de maquinaria agrícola.

–En su trabajo también tiene lugar la participación institucional.

–Hoy estoy en la comisión directiva de la Unión Industrial de Córdoba y en la Cámara de Comercio Exterior. Pero como empresa participamos de la Cámara de Industriales Metalúrgicos (CIMCC) y de la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Afamac). Creemos que hay luchas que no podemos dar solos como empresa. Para ir a golpear puertas, hay que hacerlo con instituciones que convocan a gente con problemas similares.

Fierro y tecnología

Nombre. María Rosa Miguel.

Edad. 51 años.

Casada con. Eduardo Borri.

Hijos. Santiago, Gerónimo y Marcos.

Profesión. Licenciada en Sistemas.

Cargo. Vicepresidenta de Bertotto Boglione y de Metalfor, ambas en Marcos Juárez.

Bertotto Boglione. Es una metalúrgica que fabrica tanques para estaciones de servicio y otras soluciones de almacenamiento y de transporte para petróleo, minería y agro. Tiene 310 empleados. Procesa más de seis mil toneladas de acero y 800 toneladas de polietileno por año. Exporta a 14 países de América, África y Medio Oriente.

Metalfor. Fabrica maquinaria agrícola (pulverizadoras, fertilizadoras y cosechadoras) Tiene 630 empleados. Produce por año más de 450 unidades y reacondiciona unas 100 máquinas usadas. Vende a 24 países.

Actividad institucional. Es protesorera de la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba (Cacec) y vocal de la Unión Industrial de Córdoba (UIC).

Web. www.bertotto-boglione.com; www.metalfor.com.ar.