En Santa Fe y Córdoba hubo un fuerte rechazo político a la medida

Ayer a las 9.52, Omar Perotti, gobernador de Santa Fe, disparó un tuit para desmarcarse de Alberto Fernández y su anuncio de cerrar las exportaciones de carne durante 30 días: “La solución es aumentar la producción y no cerrar las exportaciones”. No es la opinión de un díscolo, sino de un aliado del Presidente, alguien que desde el peronismo le dijo públicamente que está por el camino equivocado. “Tenemos las condiciones para abastecer el mercado interno y externo, manteniendo la posibilidad de exportar nuestros productos al mundo”, agregó.

Para que no queden dudas: “Los cambios en las reglas de juego, con soluciones que no funcionan, sólo perjudican el futuro de la actividad”, dijo el mandatario de la provincia que aporta el 44 por ciento de la carne que se exporta en el país.

La reacción del Gobierno de Córdoba, horas más tarde, fue idéntica. “Tropezar dos veces con la misma piedra. En esa frase se puede resumir la decisión del Gobierno nacional de suspender las exportaciones de carne vacuna por un período de 30 días con el argumento de controlar el precio”, escribió Calvo en su cuenta de Twitter el vicegobernador, Manuel Calvo, quien reemplaza a Schiaretti.

“Las recetas -ya aplicadas en el pasado sin resultados- constituyen, por lo tanto, un error por partida doble. Es con incentivación de los procesos y no con limitaciones como se logran mejores condiciones. Más producción es más carne y más competitividad”, agregó.

Y cerró con una dura crítica: “Esta medida atenta contra la producción, y se corre el riesgo de consecuencias ya vistas: disminución del stock ganadero, pérdida de puestos de trabajo y desinterés y desinversiones”.

En paralelo, el ministro de Agricultura y Ganadería, Sergio Busso, rechazó la medida. Respecto de los motivos que habría llevado al Gobierno nacional a tomar la decisión de suspender de manera temporal los envíos de carne al exterior, el funcionario no descartó que sea una acción vinculada al próximo escenario electoral. “Queda la sospecha; quizá se busca un efecto de corto plazo que no va a tener efecto; todo lo contrario”, indicó.

Consultados, los diputados del Frente de Todos en Córdoba prefirieron no responder por ahora las críticas de ambos mandatarios.

Juntos por el cambio

Aunque descoordinados, los referentes de Juntos por el Cambio salieron en tándem a respaldar a la industria cárnica.

“La restricción atenta contra el trabajo y la producción de una enorme cantidad de pueblos y destruye la confianza internacional”, expresaron los senadores nacionales de ese espacio a través de un comunicado. Señalaron que la medida “no soluciona” la inflación, “agrava” el faltante de divisas y busca la “concentración inaudita de poder”.

“Otra vez bajo un gobierno kirchnerista la Argentina va a incumplir compromisos internacionales. A los frigoríficos de este gran productor de carne que es nuestro país nadie les va a querer comprar en el futuro por la incertidumbre que generan estas medidas. El Presidente parece jugar a favor de los frigoríficos brasileños, que se están frotando las manos para reemplazar a los argentinos”, dijo Laura Rodríguez Machado, del PRO.

El jefe del interbloque opositor en Diputados, Mario Negri, se pronunció en un mismo sentido: “Se perderán millones de cabezas de ganado, se cerfraran frigoríficos y miles de trabajadores quedarán en la calle. Entre retenciones y restricciones, van a matar al campo. ¿Qué están haciendo?”, escribió en su cuenta de Twitter. Remató con una chicana, dirigiéndose al Presidente: “Usted hizo campaña diciendo ‘Volvamos al asado’ cuando el kilo costaba 300 pesos. Hoy cuesta tres veces más”.

El mensaje de Gustavo Santos fue en el mismo sentido: “Sin diálogo, sin aviso, otra medida arbitraria y absurda. El Gobierno nacional restringe las exportaciones de carne. Estas políticas complican al sector, a la producción, a los trabajadores y a la confianza del mundo. ¡Basta de imprevisibilidad, de autoritarismo, de ignorancia!”.

Desde el radicalismo provincial, Dante Rossi, titular de la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Legislatura, expresó: “El Gobierno nacional intenta tapar con un ‘relato’ el fracaso de las políticas llevadas adelante para frenar la inflación. Agigantando la grieta, busca poner como culpables del aumento de la carne a los productores”.

“Este no es el camino. Argentina ya intentó regular el precio de la carne de este modo sin resultados. Prueben apoyando al sector. De ellos dependen los empleos de miles y la generación de importantes divisas. ¡Una vez pónganse al lado del campo!”, escribió Diego Mestre, diputado nacional de la UCR y presidente del Comité Capital.

Además de criticar la medida, Rodrigo de Loredo ponderó la política para el sector cárnico que aplicó Mauricio Macri: “Durante el gobierno de Macri se quitaron regulaciones, se ampliaron mercados y la Argentina recuperó su lugar perdido. Damos un nuevo paso atrás”.

El agro cordobés: No nos vamos a dejar avasallar

La Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (Ceea)-Regional Córdoba también expresó su “absoluto y categórico rechazo” a la decisión del Gobierno nacional de cerrar por 30 días las exportaciones de carne vacuna.

Las entidades rurales se declararon en “estado de alerta y movilización” y dijeron que acompañarán a la Mesa de Enlace nacional en las medidas de acción “que se consideren necesarias ante este nuevo atropello al sector productivo”.

“Con argumentos falaces, el Gobierno confunde a la sociedad sobre la composición en el precio de los alimentos. Los productores no somos formadores de precios, y se pretende buscar culpables para esconder la propia impericia para contener la inflación, el verdadero flagelo argentino que pulveriza el poder adquisitivo”, indicó la Ceea provincial, integrada por Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez), Federación Agraria Argentina (FAA), Coninagro y Sociedad Rural Argentina (SRA)

También recordó lo sucedido en la “década perdida” de las carnes, cuando se restringieron las exportaciones y se perdieron más de 10 millones de cabezas de ganado, numerosos productores dejaron la actividad, se cerraron plantas frigoríficos y miles de personas quedaron sin trabajo.

Además, el precio de la carne subió más que la inflación y se redujo notoriamente el ingreso de dólares.

“Entendíamos que el Gobierno había aprendido la lección. Pero insiste en las mismas recetas que condujeron al fracaso y destruyeron al sector productivo. Son medidas teñidas de ideología, de demagogia, con efecto cortoplacista y de corte electoral, sin observar el daño que en un futuro inmediato provocará a la matriz productiva”, continuó la Mesa ruralista local.

Y concluyó: “Por eso, los productores debemos estar más unidos que nunca. Porque no nos dejaremos avasallar y se asumirán las medidas de acción que se consideren necesarias ante una nueva escalada anticampo”.

La Unión Industrial de Córdoba (UIC), por su parte, emitió un duro comunicado, en el que expresó que la medida “deja al país al borde de una situación de irresponsabilidad por los compromisos asumidos”.