Río de Janeiro reduce restricciones y Brasil se prepara para fabricar la Sputnik V

Pese al incontrolable avance del coronavirus en Brasil, Río de Janeiro, justo donde se acaba de detectar otra mutación de la contagiosa cepa de Manaos, decidió este viernes suavizar las limitaciones que regirán hasta el 20 de mayo y liberó los horarios de bares y restaurantes y el uso de las playas, entre otras medidas.

La Prefectura informó en Twitter que las discotecas y clubes de baile seguirán cerrados y publicó un listado de la flexibilización para ciertas actividades como apertura de centros comerciales, habilitación del uso de playas y parques todos los días, actividades económicas en las playas, bares y restaurantes, que podrán funcionar con música en vivo hasta las 23.

Entretanto, el presidente del laboratorio brasileño União Química, Fernando Marques, dijo que está listo para fabricar “inmediatamente” la vacuna rusa Sputnik V en el país, a pesar del reciente veto del órgano regulador a la importación del fármaco, en línea con la postura del presidente, Jair Bolsonaro, quien siempre objetó su eficacia.

“La semana que viene recibiremos un envío del principio activo desde Moscú y comenzaremos a embotellar la vacuna, la producción inmediatamente después de recibir los componentes y esperaremos el registro, lo que nos permitirá comenzar a usarlo en el país”, expresó Marques durante una comparecencia parlamentaria.

Marques afirmó que la empresa continúa con normalidad el proceso preparatorio para empezar a fabricar la vacuna en sus instalaciones de Brasilia y Guarulhos, en San Pablo, y que el objetivo es crear “una plataforma de producción del fármaco para atender a la población brasileña y a los demás países de Latinoamérica”.

Aseguró que el objetivo es crear “una plataforma de producción de la vacuna para atender a la población brasileña y a los demás países de Latinoamérica”, consignó la agencia de noticias rusa Sputnik.

Vacunas

La semana pasada, la reguladora Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) negó una petición para importar y usar millones de dosis del inmunizante ruso alegando que éste podía no ser seguro para la población.

Ese veto -cuestionado como un gesto a Estados Unidos que presiona para no autorizar la Sputnik V- no impide que el antídoto pueda ser fabricado en Brasil.

“Ya habíamos invertido y estamos invirtiendo aun más con el objetivo de prepararnos para producir rápidamente la vacuna Sputnik V en Brasil”, agregó Marques, quien precisó que ya se envió un primer cargamento piloto desde las fábricas brasileñas a Moscú para que fuera verificado por el Instituto Gamaleya, el desarrollador de la inyección.

Además, anunció que fueron contratados 150 nuevos profesionales y que están “totalmente dedicados” a este esfuerzo de producción.

El representante del laboratorio brasileño agradeció la generosidad de Rusia por poner a disposición de varios fabricantes del mundo la tecnología de la vacuna Sputnik V sin cobrar regalías, y les pidió a las autoridades de su país que tomen las medidas necesarias para que haya una “apertura” en el mercado y otras empresas brasileñas, no sólo União Química, puedan fabricar vacunas contra la Covid-19.

Brasil sufre estos días escasez de vacunas, en parte por los retrasos en la llegada de insumos procedentes de China para fabricar la de Sinovac, que es la que se está usando mayoritariamente en el país.

Marques recordó que su empresa presentó a mediados de enero una petición para importar diez millones de dosis de la Sputnik V, que habrían llegado en el primer trimestre del año si el órgano regulador lo hubiese autorizado.

Brasil es el tercer país del mundo más afectado por la pandemia, detrás de Estados Unidos y la India, con 15 millones de contagios y 417.000 muertes, según el último reporte sanitario.