Gabriel Bordi y su Día “D”: los tres goles a Chicago con All Boys

Todos los 20 de marzo pasa lo mismo desde 1999. El celular suena y la voz de un hincha o de un periodista, obliga a Gabriel Miguel Bordi a hacer memoria. “Siempre hay momentos que marcan. Son de alegría y de dificultad. Prefiero elegir un momento muy feliz. Fue aquel clásico con Nueva Chicago, en 1999 y que viví con All Boys. Ganamos 3-0 y me tocó hacer los tres goles. Fue un momento muy lindo para los hinchas. En un clásico esas cosas quedan marcadas. Y después de 20 años me lo siguen recordando. Es algo muy bonito que recuerdo con mucha alegría. Aún me siento orgulloso de haber hecho feliz a tantas personas en ese momento”, recordó el cordobés, de 45 años, cuando Mundo D, le propuso la elección del Día D de su carrera.

Bordi, que había asomado en Racing de Nueva Italia en 1994 y que había pasado por Instituto, eligió “el” momento que lo hizo pasar a la historia para el Mundo All Boys y que le cambió la vida: a los pocos meses, lo compró el entonces representante top Gustavo Mascardi, y lo llevó a Nápoli de Italia, donde Maradona había dejado abierta la puerta para todos los argentinos. Apenas pudo jugar unos minutos y, al año siguiente, regresó al país para jugar en Quilmes, club con el que jugó varias finales para ascender. 

Sin embargo, al poco tiempo volvió al Viejo Mundo para jugar en el Sporting Braga de Portugal (dos veces) y en varios clubes del ascenso español, antes de retornar a Racing en 2011 para retirarse al poco tiempo. 

“Fue un momento muy feliz. Quedé en el recuerdo del hincha. En ese momento quedé goleador de la B Nacional. Es una sensación que no se puede explicar. Hay partidos que marcan la vida de un deportista como ese”, agregó Bordi, quien anotó 38 goles en 73 partidos, en el club de Floresta. Sí, más de medio gol por partido.

Ese día, el cordobés mostró toda la potencia y el oportunismo para poder tres veces. En el 1-0, aguantó de espaldas la marca de Cristian Yriarte, tiró la pared con Fernando Sánchez cuyo remate le hizo abrir las manos a César Labarre y, en el rebote, la mandó adentro. En el 2-0, Pizzaro ejecutó un tiro libre desde la derecha y Bordi la mandó adentro en el área chica y en el cierre del primer tiempo, recibió de Maximiliano Castano e hizo el pase a la red para el 3-0 final.

No habría otro día así tan hermoso para Bordi. Se había convertido en goleador de la B Nacional en un equipo que realmente lo había respaldado. A los mencionados Sánchez, Pizarro y Castano había que agregar a Sergio “Checho” Batista -campeón del mundo en 1986- y a su hermano Fernando -hoy DT de las juveniles-.  

“Ese día quise compartirlo con la gente que quería. Con mi familia. Fue un día muy especial. Cuando uno está feliz quiere compartirlo. Uno es consciente y recuerda todos los esfuerzos que se hicieron para llegar a ese momento. Los pequeños objetivos que se fueron consiguiendo fueron festejados. No fue fácil. Siempre se necesita del esfuerzo y de un poco de fortuna”, reflexionó Bordi.

Ahora, que se vive la pandemia, Bordi encontró los tiempos para recordar algunos tramos de su carrera como jugador. Recuperó la fábrica de pastas que tenía cuando era jugador, la familia se sumó y los clientes volvieron. Y con ellos, las preguntas sobre aquel partido, su pasado por Racing y por el Nápoli. La vuelta al fútbol también le permitió recuperar su función como entrenador.

-¿Ya en la época de Instituto se te veía llevar siempre algunas cajas a la práctica? 

-Así fue. Qué buen grupo era. Luego, quedó de lado para seguir con el fútbol. Ahora, con el confinamiento que frenó todo, volvimos con la fábrica. La reinicié después de varios años. Tuve el apoyo de mi familia para hacer lo que uno desea y le gusto, siempre. Fue lindo. En la actualidad, me convertí en entrenador de Atalaya. Estoy en cuarta división. Le agradezco a Piero Foglia y a la gente del club por la oportunidad. Lo conozco de toda la vida. Me entrenaba cuándo era jugador. Sé de dónde viene. Intento continuar por este camino que es el futbol y que tantas alegría me ha dado. Espero seguir así y lograr algo como entrenador. Lo más importante es ayudar a los chicos que dirijo para que evolucionen como jugadores y personas. Ojala pyeda colaborar con el crecimiento de ellos. Me siento orgulloso de poder hacer eso. También tengo un complejo deportivo que se llama el Colonial, cerca del Aeropuerto y allí han practicado varios clubes de la Liga Cordobesa. 

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Gabriel Bordi dirige en el semillero de Atalaya. (gentileza Gabriel Bordi)
Gabriel Bordi dirige en el semillero de Atalaya.
Gabriel Bordi dirige en el semillero de Atalaya.