China, centro gravitacional de la producción global

Los que han nacido y transitado parte de sus vidas durante las últimas décadas del siglo pasado estaban acostumbrados a un orden liberal internacional liderado por empresas transnacionales de origen norteamericano y europeo que tenían sus subsidiarias por todo el mundo, pero se destacaban en Asia, especialmente el Este de la región.

A excepción de Japón que ya tenía una participación importante en las cadenas globales de producción, la mayoría de los países asiáticos, especialmente China, se encargaban de tareas intensivas en mano de obra con bajo valor agregado. 

Loa tiempos han cambiado.

Hoy en día China es la segunda potencia mundial, líder en la nueva tendencia digital global.

Es el mayor receptor de inversión extranjera directa y comienza a liderar sectores intensivos en conocimiento que le han permitido escalar en las cadenas de producción global. 

Fue sobre la base de una estrategia de protección de sectores claves e impulsado por un modelo de desarrollo con eje en las exportaciones con fuerte presencia del Estado y sus empresas.

Desde 2018 ha comenzado un proceso liberalización de sectores industriales para mejorar su competitividad, una nueva fase en su capitalismo de Estado. Una nueva globalización productiva con características chinas parecería ser el futuro de la economía mundial. 

Excepto en la mente de Deng Xiaoping, posiblemente nadie podía proyectar el rol de China y sus empresas en el plano internacional, cuando se implementaron las primeras medidas del programa de Apertura y Reformas (1978).

“No existe una contradicción fundamental entre el socialismo y la economía de mercado”, supo decir el líder reformista más relevante que tuvo la historia China hasta ahora. 

Se ha popularizado la denominación cadena de valor para explicar ciertos fenómenos de la economía internacional en los medios, pero: ¿Qué significa?

Según el sociólogo G. Gereffi es una cadena que se refiere a toda la gama de actividades involucradas en el diseño, producción y comercialización de un producto o servicio, que la globalización ha permitido ya hace varias décadas deslocalizar áreas de esta cadena. 

A partir de las reformas de apertura, la economía china experimentó una etapa de crecimiento de alta velocidad, principalmente impulsada por la mano de obra barata y bajos costos de producción.

En los últimos años, el presidente Xi Jinping inició una transición hacia una etapa de desarrollo basado en la creación de productos y servicios de alto valor agregado. 

La clave para promover un desarrollo de este tipo es acelerar la construcción de un sistema económico moderno y llevar la industria china al más alto nivel. 

¿Qué significa un sistema económico para China en su estratégia de desarrollo regional? 

El Este de Asia es un importante y complejo entramado productivo.

El concepto de ecosistema tiene múltiples acepciones, pero este caso es aplicado a la geografía económica. Esto sirve para la comprensión de que el sistema económico a escala regional es, literalmente, un ecosistema. Se define como una red dinámicamente estable de empresas e instituciones interconectadas dentro de un espacio geográfico delimitado.

Aunque esto se venía gestando a través de acuerdos estratégicos bilaterales y la propia dinámica regional, el pasado año se firmó la Asociación Económica Integral Regional que vino a darle marco a esta gran construcción de un entramado productivo y comercial entre los miembros del bloque regional ASEAN y China.

Los desafíos para los países firmantes en el futuro cercano será establecer nuevas estrategias asociadas a la especiación, diversidad, resiliencia y adaptación.

En el marco de una pandemia global sin precedentes que ha generado restricciones de todo tipo, la digitalización y la aceleración de la Cuarta Revolución Industrial están impulsando un cambio en la gobernanza global que tiene relación directa con la dinámica de las cadenas de producción.

Dado que los líderes tecnológicos del mundo también son líderes geopolíticos, la competencia por el dominio en sectores de vanguardia como la inteligencia artificial se está intensificando.

La carrera tecnológica será el factor principal para el diseño de acuerdos económicos internacionales y políticas públicas para el desarrollo en la era post- pandemia.

Quizá la génesis de la guerra comercial entre China y Estados Unidos está en las cadenas globales de valor, la interdependencia creciente y el ascenso en la gobernanza de las cadenas por parte de China. En los últimos años fue impulsado por una estrategia centralizada del gobierno en concordancia con las necesidades de las firmas de capitales público/privado para su expansión. 

E-commerce como nuevo eje de concentración de mercado

El comercio electrónico ya no es algo ajeno a las actividades cotidianas, así como la dimensión que han ido toman las empresas del sector en distintas regiones ya que llevan más de dos décadas creciendo ininterrumpidamente y expandiendo sus mercados. Entre las empresas que lideran el sector están: Amazon (Estados Unidos), MercadoLibre (Argentina) y Alibaba (China). Firmas que han diversificado sus activos y sofisticado la instrumentación de sus sistemas de distribución amparados en los cambios estructurales de orden liberal. 

La nueva fuerza de la economía global ha comenzado a trasladar su eje de gravitación.

El futuro modelo del e-commerce está en China, no en occidente, sobre la base de un consumo interno pujante y la aplicación de tecnología propia. 

El mercado local ha sobrepasado al norteamericano hace ya más de un lustro. Ya en 2019 el valor de las transacciones minoristas online hechas en China superaba 1,5 trillones de dólares, este mercado es más grande que la de los otros 10 mercados líderes combinados, según la consultora Mckinsey & Co.

Consumo enorme

Estamos hablando de niveles de consumo nunca antes vistos impulsados por una clase media en ascenso y marcas locales que cambiaron su enfoque, así como las firmas tradicionales que siguen apostando por el mercado chino para su estrategia de crecimiento.    

A comienzos de la década pasada el gobierno chino levantó una nueva gran muralla, esta vez digital, bajo el supuesto de proteger su soberanía y la de sus ciudadanos. 

Esto permitió la creación de un incipiente ecosistema digital y nueva cultura de consumo basado en patrones de comportamiento propios. Así surgieron plataformas como Taobao y JD en el área de e-commerce, Wechat como medio de comunicación y transacciones digitales, QQ entre las redes sociales más populares y Pindoudu en el sector agroalimentos, para mencionar algunos ejemplos. 

Si un empresario extranjero decide invertir en china debe saber que deberá enfrentar no solamente desafíos lingüísticos y burocráticos, también deberá aprender sobre el nuevo ecosistema de negocios. 

Ascenso

Existen varias maneras de ascender en la gobernanza de una cadena global de valor.

Tomemos el caso del sector de indumentaria, a partir del proceso de apertura iniciado hace décadas, los chinos impulsaron este sector en base a su capacidad de proveer insumos a escala y replicar marcas internacionales a bajo costo.

Aunque esto persiste se ha dado un fenómeno muy particular a partir del surgimiento de una nueva cultura urbana que fomenta el consumo de indumentaria de moda local.

Empresas pequeñas y medianas creadas por emprendedores han nacido en la era digital, son la nueva generación de empresarios.

Estas nuevas firmas toman ventaja del ecosistema creado y saltan barreras tales como costos, servicios de post ventas, publicidad y otras relacionadas a las formas tradicionales de hacer negocios.

Lo interesante es que, al haber creado un proteccionismo tecnológico permitió desarrollar su propia lógica donde los sectores intangibles de la industria son el presente y futuro de la nueva revolución productiva. 

Exportaciones

En 2019 las exportaciones por comercio electrónico representaron más de 14 billones de dólares para China.

Esto ha incentivado las expectativas de empresas como Globalegrow, dedicada al comercio electrónico transfronterizo autónoma establecida en 2017.

Esta posee dos tiendas electrónicas, Dresslily y Sammydress, ambos se centran en el mercado de ropa de mujer en el extranjero y aceptan pedidos de más de 200 países.

Es el claro ejemplo de como una empresa que en sus inicios tenía apenas un puñado de empleados hoy obtiene ganancias que superan el billón de dólares.

Globalegrow es la primera empresa de e-commerce transfronterizo con acciones de tipo A de china, algo que marcará una nueva tendencia donde los intermediarios desaparecen dando lugar a una nueva mecánica de negocios. 

Los gobiernos latinoamericanos y sus decisores  tienen que repensar sus sistemas económicos y los acuerdos regionales para generar un cambio en las expectativas de crecimiento y desarrollo del sector privado local.

La tecnología digital puede ayudar a la región a reiniciar un crecimiento inclusivo y recuperar el terreno perdido. Terreno donde las medianas  y pequeñas empresas son parte de la solución para los objetivos de mediano  y largo plazo de estos pasíes, así como dan alternativas a grupos tan dinámicos como necesarios tales como la clase media que supo crecer en otro períodos de la historia. 

(*) Miembro de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF)

cont_china_l_1617916513.jpg
cont_chis_1617916513.jpg
conta_cho_1617916513.jpg
contaii_1617916513.jpg
container_1617916513.jpg
containersss_1617916513.jpg
conte_1617916513.jpg