Inmuebles: el precio en dólares del metro cuadrado en Córdoba no encuentra el piso

Hay una tendencia que se repite de manera cíclica en el mercado inmobiliario cordobés: cada vez que ocurren fuertes saltos devaluatorios, los precios de los departamentos en dólares se reducen.

Sin embargo, al temporal suele sucederlo una calma que estabiliza el valor de la moneda estadounidense y permite que las propiedades, en un plazo de dos a tres meses, se “acomoden” al nuevo tipo de cambio.

Pero el virus Covid-19 que llegó para romper todos los estándares, también lo está haciendo con esta tendencia histórica: pese a que hace ya casi cuatro meses que la divisa “verde” tiene un valor de referencia más o menos estable, en torno a los 150 pesos, los valores de los departamentos no logran encontrar un camino claro para repuntar.

Según la consultora Reporte Inmobiliario, que desde noviembre de 2008 releva de manera trimestral el precio promedio en dólares blue
del metro cuadrado de un departamento usado de entre dos y tres ambientes en 24 ciudades del interior del país, en Córdoba el promedio a febrero pasado se ubicó en 900 dólares.

Esto significa una nueva caída frente a los 905 dólares registrados en noviembre de 2020 –que era el piso histórico hasta hoy– y un derrumbe del 21 por ciento frente a los 1.140 dólares de hace un año. La pandemia prolongó el tobogán que comenzó en mayo de 2019, cuando el precio alcanzó un precio histórico de 1.380 dólares, 50 por ciento más alto que el actual.

La trayectoria que exhiben los valores relevados por la Cámara de Corredores Inmobiliarios de Córdoba (Cacic) es similar.

La serie comienza en 2017, mide dos tipologías (un dormitorio, de 40 metros cuadrados; y dos dormitorios, de 60 metros cuadrados) y para su cotización en dólares toma como parámetro el tipo de cambio paralelo publicado por el diario Ámbito Financiero (hasta septiembre de 2019 se utilizaba el tipo de cambio vendedor del Banco de Córdoba). 

En el centro y en barrio General Paz, los precios de febrero están entre 12 y 18 por ciento por debajo de los del mismo mes de 2020, antes de la irrupción del Covid-19. En Nueva Córdoba, en cambio, están en el mismo nivel. En los tres casos, lo que sí se advierte es una leve recuperación en el primer bimestre de 2021, aunque con valores todavía dentro de los pisos de los últimos cuatro años. 

Los números que manejan en el Colegio de Profesionales Inmobiliarios (CPI) son otra muestra: en este caso, la referencia es de una unidad de un baño con 40 metros cuadrados totales. En Alberdi, el metro cuadrado oscila entre 700 y 750 dólares; en el centro, entre 800 y 850; en Nueva Córdoba, entre 1.200 y 1.450 (con amenities); y en General Paz, entre 1.100 y 1.300 (con amenities).

Según la presidenta del CPI, Virginia Manzotti, después del último aumento del dólar, hubo una baja de entre el 17 y el 25 por ciento en el precio de los departamentos, y los valores quedaron estabilizados allí.  

“Saber qué va a pasar en este país es imposible, pero mientras haya cierta estabilidad en el dólar y no ocurra alguna catástrofe económica, estos son los valores que están vigentes en el mercado y se están sosteniendo. No se avizora que vuelvan a bajar, pero tampoco una suba”, mencionó Manzotti.

De todos modos, el Monitor de Actividad Inmobiliaria que la consultora Economic Trends realiza para la entidad muestra un dato positivo: desde octubre pasado hasta hoy, hubo un buen desempeño de la compra-venta de inmuebles, salvo por una baja estacional en enero. 

Y hay un horizonte optimista ante la posibilidad de que mejore la oferta a partir del 31 de marzo, cuando deje de estar vigente el decreto que congeló el valor de los alquileres. 

Mirando al dólar

Para Agustín Tea Funes, titular de la Cacic, como primera medida hay que tener en cuenta que una cosa es el valor al que se ofrecen los departamentos, y otra el precio al que finalmente se cierran las operaciones. 

“Más que nunca, el mercado hoy está regido por la oferta y la demanda, con una fuerte tensión de ambos lados, porque hay algunos tipos de productos, como por ejemplo departamentos con frente a la calle y balcón, que no se consiguen”, apuntó Tea Funes.

Por el lado de la demanda, sigue siendo escasa porque quien posee dólares en la mano está esperando que, más temprano que tarde, ocurra un nuevo salto devaluatorio y eso le genere una oportunidad de compra.

También observan el contexto político enrarecido y evitan avanzar en inversiones hasta que el panorama no aclare, algo que difícilmente ocurra antes de las elecciones legislativas.

“Hay muchos jugadores que tienen el dinero guardado, esperando la reacción en las esferas políticas, si habrá o no más impuestos, en el caso del campo si les suben más las retenciones. Muchas razones que impactan en una demanda retraída”, analizó Tea Funes. 

OPORTUNIDAD. Para el tenedor de dólares, es un momento de compra ideal: los precios están en un piso de los últimos años. (LA VOZ/Archivo)