Es hincha de Instituto, vive a cinco cuadras de la cancha y firmó como jugador de la Gloria

20 minutos. Ese fue el tiempo que tuvo
Manuel Liendo
para demostrar qué clase de futbolista era y si podía jugar en la Primera de
Instituto
.

20 minutos, en una derrota ya consumada,
2 a 0 ante Villa Dálmine, el 17 de agosto de 2019
, en la primera fecha de la Primera Nacional 2019-2020, frustrada por la pandemia.

Esa tarde, “Manu” entró por
Mateo Bajamich
con un partido cuesta arriba y luego, la nada.

Nunca más fue citado y lo “bajaron” nuevamente a las inferiores. Parecía debut y despedida.

Este miércoles, cuando firmó su primer contrato profesional hasta diciembre de 2022, Manuel sonreía como nadie en Alta Córdoba.

Con una felicidad imposible de disimular.

Es que tanta bronca, tanta rabia, se transformó en entrenamiento. En experiencia. Y en entender que si había una oportunidad más, por pequeña que sea, la iba a aprovechar.

Y así fue, a sus 21 años (nació el 8 de julio de 1999), Manuel se metió en el plantel que conduce
Mauricio Caranta
a fuerza de actuaciones que llamaron y llaman la atención en cada práctica y amistosos.

Como un delantero por afuera o extremo derecho picante, que va al frente y también tiene gol.

Por eso llegó este contrato, cuando quizá muchos otros hubieran bajado los brazos.

“Como se ve en la foto estaba muy contento al momento de firmar, muy feliz. En la familia, todos igual, con mucha emoción. Llegó de la nada la noticia, no me la esperaba. Pero entiendo que llegó en el momento justo, porque estoy mucho más maduro que antes. Cuando me bajaron y no tuve lugar en el equipo, me sentía mal, no me gustó, me dolió. Pero hoy miro para atrás y creo que se dio todo como se tenía que dar. Aprendí muchas cosas, era ahora y lo aproveché”, se sincera ante Mundo D.

¿Cómo se dio esta chance?

Liendo estaba entrenando junto a un selectivo con los mejores valores de inferiores. Y Caranta, desde que llegó, observó a todos los jugadores de la cantera.

“Por suerte me apareció la oportunidad con este nuevo cuerpo técnico y la pude aprovechar. Me venía preparando mucho, no solo en lo físico sino de la cabeza. En las vueltas que tiene el fútbol no soy el primero ni el último que va a pasar por esto. Yo sabía que me iba a llegar otra oportunidad. Que si me preparaba, iba a aparecer. Al principio, no empecé la pretemporada con el plantel profesional y la primera semana fui con la primera local. Después, a la semana siguiente, me llamaron. No sabíamos si iba a ser por un día, una semana, nada. Nos dijeron que era una chance y que la aprovechemos. Pensé en ir y dejar todo. Y así fue”, agrega Liendo, que vive con su familia cerca del Monumental. Y está desde los 8 años en el club.

“Yo siempre viví en Alta Córdoba, a cinco cuadras de la cancha. Siempre fui hincha del club y juego en la Gloria desde los 8 años. Pasé por todas las categorías, en la B, en la A, en AFA. Esto es para lo que tanto trabajé. Sé que no me tengo que quedar acá, que es un gran paso, que es un mimo, pero que hay que seguirle metiendo y trabajando para ir por más”, completa.

¿Cómo se define como jugador? “Siempre fui extremo o a veces me han puesto de volante, en un esquema 4-4-2. Desde el primer día el cuerpo técnico me dio muchísima confianza para que muestre todo lo que puedo hacer. Caranta me ha dado muchas herramientas, enseñanzas, consejos. Trato de tomar todo lo que me dicen, de aprender y aplicarlo en la cancha”.

Su familia está compuesta por Papá Roberto, dos hermanos (Juan José e Ignacio) y mamá Verónica. Obviamente, todos de la Gloria.

“Ellos siempre me dieron la libertad para buscar mi camino y hacer lo que yo eligiera. Obviamente, si podía estudiar una carrera, que estudie. Pero siempre me bancaron con esto del fútbol. Y sí, en casa somos todos de Instituto”, cuenta Manuel.

Su sueño máximo está claro: debutar de titular en Alta Córdoba, con la hinchada y su familia en la tribuna.

“Jugar un partido de titular en Alta Córdoba, con gente y mi familia, sería lo más lindo, un sueño. Por ahora quiero sumar la máxima cantidad de minutos que pueda, aportar para el equipo, para que nos vaya bien. Todos tiramos para el mismo lado y hay mucha unión. Ojalá podamos hacer una muy buena campaña para llevar a Instituto bien arriba”, cierra Liendo, el pibe que supo aprovechar su segunda oportunidad.

Manuel Liendo al momento de firmar su contrato. Un sueño cumplido en Instituto. (Leandro Gómez / Prensa IACC)
Liendo es un delantero por afuera o extremo derecho con mucha velocidad y potencia. (Prensa IACC)