Las aceleradoras ponen foco en los emprendimientos que deja la pandemia

Tras las enseñanzas que deja la pandemia del virus Covid-19, las aceleradoras pusieron este año el foco en
startups
(emprendimientos de base tecnológica) que atienden las nuevas demandas. Eso sí, deben ser proyectos con potencial de negocios global o, por lo menos, en Latinoamérica.

Estas organizaciones buscan emprendedores en etapas iniciales, entran como socios y los ayudan a escalar; para lo cual convocan a inversores privados para que aporten capital, conocimiento y contacto. Cuando crecen, venden su participación y distribuyen lo recaudado.

Esta actividad, que en Córdoba arrancó en la década pasada, sufrió la incertidumbre que generó la llegada del virus. Pero una vez que las startups comenzaron a crecer a la luz de las nuevas demandas, empezó a atraer más inversores.

Incutex, por caso, sumará este año cinco startups que facturan entre 50 mil y 100 mil dólares; ya tiene dos seleccionadas que ingresarán a finales de marzo: una de Buenos Aires, dedicada a la salud; y otra del interior, especializada en tecnología para el agro.

La aceleradora ligada a la tecnológica cordobesa Santex trabaja con 20 startups; el año pasado, vendió sus participaciones en dos y redujo su cuota en cinco. Con esto, distribuirá 330 mil dólares este año a sus inversores.

Tras la incorporación de siete inversores, sumó un total de 15; para 2021 prevé incorporar a otras 15 personas que aporten capital. Su ciclo “Pitch to win“, donde emprendedores presentan sus proyectos para conseguir financiamiento, más que duplica en asistentes la cantidad de inversores propios.

“El ecosistema inversor todavía es incipiente, pero está en crecimiento. Con la pandemia, entendieron que las soluciones digitales llegaron para quedarse y ahora quieren estar cerca de estos proyectos”, resalta Walter Abrigo, fundador y director general de Incutex.

Según el directivo, la pandemia fortaleció las startups de pagos virtuales, deliveries y soluciones tecnológicas. Pero este año invertirán sólo en aquellas pensadas “desde el inicio” como un negocio regional o global, para “escalar sin estar pendientes de las coyunturas locales”.

Además, trabaja con grandes compañías en planes de innovación abierta, con los cuales las ayuda a adoptar dinámicas de las startups y luego las vincula con emprendedores más pequeños. En esto trabaja con cuatro empresas argentinas; dos compañías paraguayas y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de ese país; además, con dos firmas chilenas y dos mejicanas.

Avance en la región

Por su parte, Alaya Capital Partners afianzará su expansión regional. Hasta ahora, lleva concretados dos fondos de inversión con los que aceleró 34 startups con más de 50 inversores, entre ellos, cordobeses, del resto del país, latinoamericanos y estadounidenses, ya que tiene oficina en California.

La aceleradora sumó ocho nuevos proyectos; consolidó operaciones en Chile y en Estados Unidos, y desembarcó en México, Perú y Colombia.

“Hay una nueva dinámica en sectores como salud, educación y gastronomía, rubros que tenían una muy lenta digitalización y donde ahora se genera una gran cantidad de innovaciones”, resalta Luis Bermejo, gerente general y fundador de Alaya.

Por ejemplo, empezó a invertir en las llamadas dark kitchen (cocinas oscuras), negocios de gastronomía sólo por delivery que conjugan cocina gourmet con alimentos saludables.

Bermejo es uno de los impulsores de Addventure Angels Club & Academy, un club de inversores ángeles que tiene 35 socios. “El ecosistema inversor crece porque, con la pandemia, las startups empezaron a capitalizar las innovaciones del nuevo contexto”, advierte.

Otra aceleradora que crece en Córdoba es el Centro de Innovación Tecnológica, Empresarial y Social (Cites), la incubadora científico-tecnológica de Sancor Seguros, que lleva invertidos ocho millones de dólares en 14 emprendimientos. Dos de ellos son cordobeses, uno para tratamientos de fertilidad y otro sobre drones para combatir plagas.

Este año, apuesta a sumar un tercer proyecto en Córdoba, que podría ser un desarrollo agrobiotecnológico. Esto elevaría la participación de la provincia en su cartera de inversiones del 15 por ciento actual al 20 por ciento, según informó recientemente desde su sede en Sunchales, Santa Fe.

Por su parte, Innova SV, la aceleradora de Ciudad Empresaria, continuará este año trabajando con cerca de una decena de emprendedores.

Si bien no hará importantes inversiones de capital (sus principales negocios, como la hotelería y las oficinas para empresas, se vieron muy golpeados por la pandemia), mantendrá su atención ofreciendo infraestructura, espacio físico, mentoreo, know how y contactos.

Según informó, a las startups con las que venía trabajando, sumó un proyecto sobre robótica y otro sobre alimentos y economía circular.

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“Startups”. Las aceleradoras entran en emprendimientos tecnológicos para ayudarlos a crecer. (Pedro Castillo/Archivo)